Antes de proponerte algunas cosas preciosas que se pueden hacer con palets te daremos un poco de información a tener en cuenta si te vas a “arremangar” y poner a hacer alguna de ellas.
Los paets viajan por todo el mundo, con diferentes tipos de mercancía, por eso antes de seleccionar tus palés comprueba algunas cosas:
Asegúrate de que esté relativamente limpio. Al menos que no tenga manchas sospechosas de productos químicos que puedan ser tóxicos.
Comprueba el sello que lleve. En él figuran las iniciales del país de origen. Las siglas IPPC hacen referencia al origen de la madera con la que está hecho el palet. Entre otras cosas, el IPPC controla que la madera no contenga microorganismos que puedan trasladas plagas de un país a otro. EUR o EPAL significa Europalet.
Europalet: están homologados y son de una medida estándar 1200 x 800x 145
Por último, los palés están compuestos de diferentes listones y tablillas. Para hacer tu proyecto seguramente tendrás que desmontar algunas partes. Ten especial cuidado con astillas y clavos.
Aquí van algunas ideas de cosas que puedes hacer con palés. Asi que ¡manos a la obra!
Hace unos años de puso muy de moda dejarse ver por algunas terrazas en Madrid (y en otras ciudades) en cuanto empezaban a salir los primeros rayos de sol después del Invierno. Ahora la cosa ha ido evolucionando hacia ofertas más sofisticadas y lo más in del momento es irse al patio.
Si estás en Madrid o piensas acercarte a la capital está primavera o verano te hemos preparado una selección de los patios más coquetos y encantadores del momento.
Patio del Mercado de San Idelfonso: picoteo gourmet de los puestos del mercado. Todavía no es archiconocido y no hay que pegarse para conseguir mesa. Calle Fuencarral, 57
Patio del Instituto Francés: en la parte de atrás de este magnífico edificio encontrarás un patio encantador dónde tomar auténticos croissants, quiches y bocadillos y un menú del día para comer entre semana por 11 €. Bohemian chic. La calidad está garantizada por el eusko-chef Eneko. Calle Marqués de la ensenada, 12
El patio de doña Tecla: picoteo elegante con cojines de colores en medio de un bosquecillo de olivos y bambúes. A dos pasos de la Castellana. Calle Pintor Juan Gris, 2
El Patio del Fisgón: Para tomar una copa o para comer croquetas, pizzas y hamburguesas . Importante reservar si vas a ir a horas punta. Calle Don Ramón de la Cruz, 26
El patio de la Tita Rivera: lo mejor, sus cañas bien tiradas y el brunch del domingo. Patio con estufas por si de repente refresca. Calle Pérez Galdós, 4
El diseñador canadiense Tobias Wong, ha aprovechado la estética de los simpáticos tarros de conserva tradicionales y su cualidad de ser herméticos para crear está lámpara, Sun Jar, que funciona muy bien en cualquier sitio y por supuesto en el exterior.
Algunos la usan como luz de jardín o terraza, otros como luz de noche en las habitaciones de los niños.
La Sun Jar se carga de día mediante la luz del sol y se enciende sola de noche, no hace falta darle a ningún interruptor.
Se puede comprar (en varios colores) por 40$ en suck.uk.com o puedes hacerla tu mism@ (en blanco) siguiendo estás instrucciones:
Estas lamparitas están hechas con latas de conserva a las que se les ha quitado la etiqueta de papel con agua muy caliente. Como se puede ver en la imagen algunas son plateadas y otras doradas, dejando ver el estado natural de la lata.
Si la lata, en lugar de tener una etiqueta de papel, está impresa, se puede pintar por encima y también quedan muy bien.
A continuación se hacen unos agujeritos con un clavo y un martillo, creando diferentes figuras, como en la imagen.
Por último, para darles un poco de estabilidad conviene poner un poco de arena en el fondo y si es arena mojada mejor. Encima de la arena se coloca la vela y listo.
Estas, además tienen una sencilla asa, para poder congelas más fácilmente y no quemarse cuando están encendidas y porque algunas van a ser colgadas de ramas de un árbol. El asa no es más que un alambre doblado que se ha introducido por dos agujeritos también hechos con un clavo.
Este artilugio que se puede colgar en cualquier barandilla está hecho de plástico reciclable y está pensado para exterior. No necesita ninguna instalación, simplemente se cuelga y ya está.
Está creado por la empresa alemana Rephorm, cuyo eslogan es: Productos para balcones y habitaciones pequeñas.
Cuesta 128 € y se puede adquirir en la web rephorm.de