Para terminar el mes de Febrero, traemos la segunda (y última) entrega de la selección de las películas más románticas de la historia.
(ver la primera parte aquí)
Los puentes de Madison (1995)
Sentido y sensibilidad (1995)
El paciente inglés (1996)
Romeo y Julieta (1996)
Titanic (1997)
Shakespeare in love (1998)
Notting Hill (1999)
Chocolat (2000)
Otoño en Nueva York (2000)
Amelie (2001)
Love actually (2003)
Cuando menos te lo esperas (2003)
El diario de Noa (2004)
Brokeback mountain (2005)
Orgullo y prejuicio (2005)
The Holiday (Vacaciones) (2006)
Up (2009)
Cartas a Julieta (2010)
El artista (2011)
Bajo la misma estrella (2012)
El tiempo de los amantes (2013)
50 sombras de Grey (2015)
Carol (2016)
Si eres de los que hacen los regalos a última hora, cuántas veces habrás entrado en una tienda y habrás cogido lo primero que hayas visto, ¿verdad? Si vas con prisa, al final terminas comprando algo caro para asegurarte el quedar bien.
La próxima vez que tengas que regalar algo a alguien dedícale más neuronas y menos dinero. Puedes comprar cuatro cosas en un supermercado y si los empaquetas con un poco de dedicación puedes hacer un bonito regalo temático. Calidez, dedicación y afecto no están a la venta en el supermercado. Eso va de tu parte.
Como este de la imagen: unas hierbas aromáticas para la cocina y los utensilios para ponerlas en una maceta. En este caso han elegido una simple lata.
Otras ideas:
Los ingredientes de una receta y la receta misma escrita.
Un pack de delicatesen, temático, según el tipo de persona que vaya a recibir el regalo
Nuestro ya famoso “Libro de recetas empaquetado con utensilios de cocina”
Ya que estamos en Febrero, el mes del amor, en A Nice Living hemos hecho una selección de las películas más románticas de la historia.
Aquí tienes la primera entrega. Pronto publicaremos la segunda.
En orden cronológico:
Cumbres borrascosas (1939)
Lo que el viento se llevó (1939)
Historias de Filadelfia (1940)
Casablanca (1942)
De aquí a la eternidad (1953)
El cocinar puede presentarse como una terrible faena. Pero si se acomete con cuidado, puede ser una de las actividades más terapéuticas que podemos realizar a diario. Cocinamos para mucho más que alimentarnos. Un plato siempre incorpora un estado de ánimo, un mensaje o incluso una filosofía. Una sopa caliente nos reconforta el cuerpo y el espíritu, una comida especial nos trae a la memoria viejos recuerdos.
El proceso de preparar la comida es meditativo. Mientras picas la verdura, has de concentrarte en una sola cosa, en el ahora. Podemos darnos cuenta de cómo las pequeñas cosas sencillas, como una fresca manzana o el queso fundido nos aportan un instante de felicidad.
Generalmente cocinamos para otros y este acto es uno de los más simples aunque más profundos actos de amor. Nos recuerda quién nos importa realmente. El ritual de la comida nos reúne en torno a una mesa con la gente que queremos, marca los cambios de estación, nos lleva a conspirar y compartir emociones, en definitiva, nos ayuda a ordenar y alimentar nuestra vida, nuestra mente y nuestras relaciones.
Según los grandes cocineros, la cocina no sólo nos da sustento para el cuerpo, sino que como el buen arte o la buena música, nos alimenta el alma.
Si no estás muy segur@ de cómo es el amor y sin embargo crees en él.
Si crees que en el amor no se trata de retener a nadie
Si crees que en el amor no caben las ataduras sino espacio entre la unión.
Entonces esta historia es para ti.
Los artistas Marina Abramovich y Ulay comenzaron una intensa historia de amor en los setenta. Durante una década trabajaron juntos haciendo performances de lo más vanguardistas, se referían a ellos mismos como el colectivo “Los otros”. Pero como en muchas relaciones intensas, aquello llegó a su fin. Para despedirse, en 1988, protagonizaron un encuentro en la Gran Muralla China. Previamente habían partido cada uno de extremos opuestos de la muralla: Marina desde el Mar Amarillo y Ulay desde el desierto de Gobi. Cada uno anduvo 2.500 kilómetros antes de encontrarse y despedirse “para siempre”.
En el año 2010 Marina realizó una performance en el MoMA de Nueva York titulada “La artista está presente”. Permanecía sentada en silencio y mirando a los ojos durante un minuto, ante cualquier desconocido que se sentara frente a ella.
Ulay se encontraba entre los asistentes el día de la inauguración. Esto es lo que ocurrió:
Estos anillos prometen dejar evidencia de tu amor directamente sobre la piel. Y es que llevan grabado un mensaje en la cara interna del anillo.
La diseñadora coreana Yoon Jun Gyun los crea con el objetivo de implementar una dosis de felicidad inesperada a diferentes tipos de personas en su vida diaria.
Una silueta de un corazón, inscripciones como "always" o "marry me" o el mensaje que tú elijas es lo que se escribe con relieve en la cara interna del anillo y por eso dejarán la marca sobre la piel de tu dedo.
Son de plata o de oro y los vende en varias tiendas de Estados Unidos, Japón, Inglaterra o Italia aunque también se pueden adquirir directamente en la web de Yoon Jun: www.yoonjungyun.com .